viernes, 30 de mayo de 2008

ESMERALDINA CATAFASFOS DE LA VEGA

Hola, me llamo Esmeraldina Catafasfos de la Vega. Por el día me voy a un Starbuks y me siento en un sofá con una pienna doblada y haciéndome rizos en el pelo con un dedo mientras miro al infinitos. Por la noche me subo con una escalera a la marquesina de una colchonería en la Avenida de la Albufera y me meto entre los hierros donde pernocto habitualmente. Ahí tengo mi pequeña casa en un espacio no mucho más grande que un ataúd, pero a mí me vale. Me gusta comer queso y cortarme las uñas. Deseo contactar con hombres negros de 30-40 años. Adios.

jueves, 29 de mayo de 2008

MONDONGO HERNÁNDEZ


Hola, me llamo Mondongo Hernández. Vivo en una residencia canina donde pernocto en una jaula con otros tres perros. Me gusta Simón y Garfunkle y el pisto. Mi hoby es ponerme en mitad de la carretera cuando pasan los coches aunque por lo general dan un volantazo a tiempo para no atropellarme. La última vez me puse detrás de una curva para que los coches no tuvieran tiempo de frenar, pero entonces no pasó ninguno, se hizo de noche y me fui. Adios.

¿AVELINO?


Me llamo ¿Avelino?, así entre signos de interrogación. Así aparece en mi partida de nacimiento. Por un problema gastrointestinal sólo puedo comer comida de color naranja, como el gazpacho, el salmón, las mandarinas, etc. Sin embargo mi color favorito es el beig. Suelo llevar siempre un gato en el carrito por si se me pincha una rueda del carrito. Si quieres conocerme, suelo estar todos los días a eso de las siete dando vueltas alrededor de la boca de metro de Legazpi.

martes, 27 de mayo de 2008

EUFRONIO TORTILLA


Hola, me llamo Eufronio Tortilla. Tengo varios hobys. Me gustan los babuinos. Me gusta el foot-ball y el muesli. Me gusta bailar la sardana. Me gusta coger carrerilla y tirarme rodando por un barranco. Me gusta el acetato, el sonido y las cosas. Adios.

lunes, 5 de mayo de 2008

GENARA FLOWERS


Hola, me llamo Genara Flowers. Soy notario y me gusta el canto lírico. Por las noches al acostarme me pongo un plato de fabada en la almohada y así en mitad de la noche, sin necesidad de levantarme meto la cara en el plato y me como las fabes a lengüetazos. Cuando voy por la calle y por ejemplo me pica el ano, me froto con los andamios y las esquinas. Adios.